Me llamo David Aranda y soy la persona que lleva el Cortijo Vizconde.
He vivido aquí toda mi infancia con abuelos, padres y hermanos todo el año y durante los meses de invierno con los pastores que bajaban de Santiago de la Espada y sus hijos.
Mis abuelos eran de un pequeño pueblo de Guadalajara llamado Checa, desde donde salían desde hace siglos rebaños inmensos de ovejas haciendo la trashumancia hacia las dehesas de Andalucía.
Concretamente mi abuelo era el casero del cortijo trabajando para su tío Avelino ( por esto también se conoce en Arquillos nuestro cortijo como la dehesa de Avelino) que era el dueño del cortijo desde alrededor de 1915.
Mi abuelo Francisco se caso con mi abuela Amelia y finalmente los dos fueron caseros del cortijo durante muchisimos años.
Tuvieron aqui a sus dos hijos y cuando yo naci, mis padres vinieron tambien a vivir al cortijo.
Imaginate lo que es para un niño vivir en un sitio como este. Todo el dia inventando cosas, jugando con mis hermanos y los hijos de los pastores, perdidos por el bosque toda la tarde un dia tras otro….
Esto no tiene precio, por eso tanto yo como mis hermanos decimos que no somos de ningun pueblo, que somos del cortijo.
Años mas tarde mis abuelos fallecieron, mi padre tambien, mis hermanos marcharon a trabajar lejos de aqui.
Quedamos yo y mi madre.
Y entre los dos nos embarcamos en esta aventura para mantener toda esta maravilla y para enseñar todo esto a aquel que quiera empaparse del espíritu de un cortijo andaluz junto con la dehesa y el olivar.
Por todo esto es tan importante para nosotros enseñar todo lo que hacemos y que tu, que pasas un par de días aquí, te lleves una pincelada de la energía positiva que desprende un lugar como este.
Todo esto es un resumen, espero verte por aquí y contarte historias de moros y cristianos, de Cristobal Colon , de Cosme de Medici, de calzadas romanas, de restos del paleolítico y mucho mas.
Nos vemos en el cortijo.